Ecuador se encamina al juicio político contra Lasso, que reivindica su inocencia
Ecuador inició este jueves la andadura hacia la celebración del juicio político de censura planteado por la oposición contra el presidente del país, Guillermo Lasso, que reivindicó su inocencia frente a la acusación de peculado (malversación de fondos públicos).
Después de que la Corte Constitucional diese el miércoles luz verde a la realización del juicio político por el delito de peculado y dejar fuera el de concusión, el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Virgilio Saquicela, recibió la notificación del fallo y puso en marcha el cronograma.
Ahora, el Consejo de Administración Legislativa de la Asamblea, controlada por la oposición, que encabeza el correísmo, tiene tres días para conocer el dictamen de la Corte y pasarlo a la Comisión de Fiscalización, que notificará al presidente y a los interpelantes para que, en diez días, presenten las pruebas.
La Comisión tendrá otros diez días para procesar las pruebas, explicó a EFE una fuente de la Asamblea al anotar que concluido ese plazo, la Comisión elabora un informe motivado en diez días adicionales, en el que recomienda continuar, o no, con el juicio.
Tras ello, el presidente del Parlamento, en el plazo máximo de tres días dispondrá la difusión del informe, y tras 48 horas de esa difusión, el presidente tendrá cinco días para convocar la sesión en la que se celebrará el juicio político.
Para censurar al jefe de Estado se necesitan 92 votos, equivalentes a dos terceras partes de la Cámara, compuesta por 137 asambleístas.
Desde las fuerzas de oposición se anticipa que cuentan con los votos suficientes para censurar a Lasso, mientras que el oficialismo, en clara minoría en el hemiciclo, asegura que no tendrán tan fácil alcanzar esa cifra.
La oposición ya lo intentó el año pasado cuando en junio, en mitad de las fuertes protestas lideradas por el movimiento indígena, planteó una moción de destitución contra Lasso que el mandatario logró salvar por pocos votos.
Esta vez el presidente ecuatoriano afronta el nuevo envite en una posición más delicada, luego del serio revés sufrido en la cita electoral del 5 de febrero, cuando perdió el referéndum que había convocado para hacer reformas a la Constitución y, a la vez, el correísmo resultó el gran triunfador de las elecciones locales.