La vicepresidenta de Ecuador afirma que atraviesa un laberinto del que aún no ve la salida

La vicepresidenta de Ecuador afirma que atraviesa un laberinto del que aún no ve la salida

La vicepresidenta de Ecuador y embajadora en Israel, Verónica Abad, aseguró  que se siente en un laberinto del que aún no encuentra salida, producto de un enfrentamiento abierto con el presidente Daniel Noboa, a quien acusa de estar detrás de un presunto hostigamiento para forzarla a renunciar.

Abad, que se siente “desterrada” y víctima de una “persecución histórica”, no comprende el “odio” hacia ella por parte de Noboa, quien -según aseveró- la buscó para formar el binomio de candidatos para las elecciones extraordinarias de 2023, convocadas luego de que el ahora expresidente Guillermo Lasso (2021-2023) disolviera la Asamblea Nacional (Parlamento) y acortara su propio período al aplicar la llamada “muerte cruzada”, contemplada en la Constitución.

La vicepresidenta recordó que la última vez que estuvo junto a Noboa fue al inicio de la campaña a la segunda vuelta, cuando ya sintió un trato “hostil” por parte de Noboa quien, poco después de asumir el cargo, y sin diálogo de por medio, la envió como embajadora en Israel.

El futuro político de Abad es aún incierto pues, aunque la Constitución señala que en ausencia temporal del jefe de Estado se deben delegar las funciones presidenciales en el vicepresidente, el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, ha señalado que “sería nefasto” que Abad asuma el poder si Noboa tuviese que pedir licencia para hacer campaña con miras a su reelección en los comicios de 2025.

Abad -que cuestionó ciertos movimientos políticos de Noboa- se le vinculó a un caso en el que se investiga a su hijo, Sebastián Barreiro, en una presunta “oferta de realizar tráfico de influencias en la Vicepresidencia” y también debe afrontar una investigación sobre una presunta infracción electoral cuando se presentaba como candidata a la alcaldía de su ciudad, Cuenca.

EFE

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